Han pasado 18 años, una mayoría de edad, desde que, en aquel 99 del pasado siglo, dos ingenieros locos iniciaron la andadura de las Jornadas de Ganado de Lidia y Tauromaquia. Por entonces, indicar aquello era un logro. Y ya, vincularlo a la Universidad, como centro de estudios por excelencia de la educación moderna, y como centro del saber desde la antigüedad más lejana, todo un hito.
Dos locos, dos «chalaos» de esos que no saben bien donde se meten pero que quieren decir algo, que jamás pensaron, ni en sus mejores sueños llegar a dar la nota cada dos años, y menos llegar 18 años más tarde a sus X Jornadas. Diez jornadas por donde más de 150 personas de toda educación, índole y sapiencia han pasado por el foro. Tantas y tantas personas que hemos intentado aportar algo porque el lugar, la Universidad, evoca más que ningún otro lar las neuronas del aprendizaje. Lugar donde todos, un menda el primero, ha aprendido mucho. Y por encima de todo, el respeto.
Diez páginas, diez libros, diez tomos, diez colecciones, diez bibliotecas… diez vidas tardaría, no sólo quien les suscribe, sino el personal participante una tras otra, en necesitar explicar lo ocurrido, en contar cada momento, en detallar cada innovación, en impregnar en unas letrillas la poesía, el canto, el arte, la lírica, la oda, la pintura, la plasticidad…que allí se ha derrochado a favor de todo aquel que quiera escuchar, ver, oler y sentir. Sobretodo sentir. Porque todo, ciencia y filosofía, mística y praxis, cartesianismo y fe se ha desarrollado bajo el prisma de la expresión más simple que nuestro cuerpo destila: el amor que surge desde el alma. Y todo gracias a dos benditos personajes que no podrían jamás llenar sus alforjas y sus zahones con las gracias que toda la tauromaquia les debe. Les debemos.
Gracias Antonio Purroy. Gracias Carlos Buxadé. Gracias por vuestra dedicación, por traernos a gentes como Julio Fernández, veterinario taurino, estudioso como pocos, investigador como el que más, ávido de conocimiento y sabiduría y mejor contador de todo lo que descubre. Donde mejor que en la Universidad. Gracias a todos los veterinarios, como Lomillos, joven bisoño, con una afición mayor que sus muchos estudios y cursos que le hará llegar lejos. Con la autoridad siempre presente en estas cuitas y como las cuenta Justo Polo. Gracias por la poesía, la bondad y por su dedicación sin fin a los demás de Juan José Márquez que nos llegó a todos. Gracias por Francia, por Jean François Coste y Ceret, la Cataluña francesa, por Ignacio Cía, y por todos los locos de lo popular, tan presente y en vena entre tantos, enseñando tierras nuevas como el Jaén desconocido de Lope Morales, hasta el bous al Carrer de Nogueroles, otro bien «chalao» de lo suyo, o nuestro hombre orquesta, Miguel Reta, que merece libros a dedicar dentro de esta grandiosa biblioteca de tantas y tantas jornadas.
Y más gracias Carlos y Antonio, Antonio y Carlos.
Grande mañana del sábado con Joaquín Moeckel no dejando puntada sin hilo, abriendo una mañana descerrajando la puerta grande. Y mis antonios. Gracias por los grandes Antonio Muñoz y Antonio Ruiz. Otros para llenar libros con sus increíbles presentaciones. Y gracias y más gracias por juntar a Borja Domecq y Adolfo Martín. Sensibilidad y duro trabajo. Dureza campera y mirada intuitiva, con corazón por arrobas es la mezcla perfecta para ser ganadero. ¡Ay! Y ese Palomo, ese gran maestro de casi todo que es Sebastián Palomo Linares. Artista de pinceles y de lo que ha querido.
Al final todos exhaustos por dos días tan intensos y nos echas a Federico Arnás. Y encima le dejas al pobre el cierre con una conferencia sobre la regeneración de la tauromaquia actual. Más gracias si cabe por el acierto, porque su ponencia tiene que ser contada y cantada muchas veces. Y por fin, mil gracias por toda vuestra gente, empezando por José Antonio Mendizábal, hábil y gran Sancho de vuestra andadura a lo largo de cuasi cuatro lustros de fe y verdad sobre el orbe taurino.
Me piden que cuente y escriba algo sobre las X Jornadas de Ganado de Lidia y Tauromaquia de la UPNA y no se me ocurre más cosa que el que quiera tiene el libro a su disposición en la cátedra de producción animal de Ingenieros Agrónomos de la Universidad Pública de Navarra. Y también algo más, que el que no ha venido él se lo ha perdido, y que no deje pasar la siguiente, Dm el año 19. Ahí nos veremos.
Patxi Arrizabalaga