Estoy muy de acuerdo con el critico taurino del diario El País, Antonio Lorca, cuando en un articulo decía que: “es una broma de mal gusto que las figuras pidan a la sociedad que cuiden la tauromaquia cuando son ellos la que la están destruyendo cada día, porque ellos son con sus fieles colaboradores, los que imponen a los ganaderos y al público el toro simplemente noble que, como se sabe, es simplemente tonto”.
Esta afirmación fue hecha en plena Feria de Valencia en el mes de marzo, a raíz de la corrida de J.P. Domecq, un festejo que resulto birrioso y vergonzoso en el que los toros pusieron la nota decadente; resultando una corrida desesperante como tantas otras que se celebran estando algunas mal llamadas figuras de por medio. Si a esto añadimos, el tremendo aburrimiento que impera muchas tardes, cuando muchos diestros actuales se ponen tremendamente pesados, alargando y alargando las faenas cuando no logran conectar con el público (y, al hacerlo, conectan menos todavía)
Una corrida de toros (salvo en casos excepcionales que el público se este divirtiendo) no debe de durar mas de dos horas.
Haciendo un balance de la temporada taurina 2017, está claro que los años no pasan para Enrique Ponce, realizando una gran temporada, con triunfos casi todas las tardes. A destacar la corrida de Madrid que salió por la Puerta Grande y la de Málaga, en un espectáculo, con música y cante, (Crisol), e indultando un toro de J.P.Domecq. Recientemente, ha sido galardonado con el, Premio Nacional de Tauromaquia, concedido por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, destinado a reconocer la labor meritoria de una persona, entidad o institución durante la temporada 2017. El problema de Ponce como de otras figuras es que no se anuncian con toros de verdad.
Este año, la reventa se frotó las manos con el regreso de Morante a las Ventas después de un año de ausencia, una plaza que desde el 22 de mayo de 2009 los aficionados no logran saborear el tarro de la esencia de Morante. Tarde aquella, en la que bordo el toreo a la verónica y para de contar, cortando su última oreja en Madrid. Desde entonces, sus actuaciones han estado protagonizadas en esta plaza por su irregularidad, y condicionadas por las fobias que Madrid le causan a este torero: la dureza que en ocasiones atribuye al público y la pendiente del ruedo, que por cierto, la nueva empresa lo corrigió este año para que no le serviría de excusa su contratación. Sobre este torero ya me manifesté en su día a raíz de su anunciada retirada a mitad de temporada, en un artículo en Diario de Noticias y también en la Web del Club Taurino de Pamplona. Y es que, ser torero y llamarse Morante, es una estafa para un sector muy importante de los aficionados a los toros. Tarde tras tarde que torea, apenas le sirve ningún toro, siendo la mayoría descastados, inválidos y sin fuerza. Como ya predije en mi artículo vuelve, ya tiene anunciada su vuelta a los ruedos para la próxima temporada de la mano de su nuevo apoderado, Manolo Lozano.
Gines Marín, Ponce y Juan del Álamo fueron los triunfadores de San Isidro con Puerta Grande y dos toros de vuelta al ruedo, uno de Jandilla y otro de Rehuega y varios aplaudidos en el arrastre. Siendo Gines Marín la revelación de la Feria de San Isidro, que se consagra como figura. Y es que, salir a hombros por la Puerta Grande el día de la confirmación de la alternativa es el premio gordo con el que sueña todo aquel que se viste de luces. Se encontró con un toro de Alcurrucen excepcional para la muleta, y la faena que le hizo fue también excepcional de principio a fin, con ritmo, armonía, largura, profundidad y elegancia. El toro fue incansable a la hora de perseguir la muleta con mucha fijeza y humillación.
También Antonio Ferrera, en su vuelta a los ruedos después de su grave lesión, ha sido uno de los grandes protagonistas de la temporada, con un toreo clásico, buscando la lidia completa. Ha expresado seguridad y hondura, elegancia y buscando constantemente la pureza del toreo. Todo esto, ya lo demostró en nuestra Feria de San Fermín el día 13 de julio, donde dejo para el recuerdo una gran faena a su cuarto toro de Núñez del Cuvillo. Fue toda una puesta en escena de sentido lidiador, y uno de los momentos de mayor torería del ciclo taurino pamplonés.
El Juli celebró este año los veinte años como matador, matando sus Garcigrande y manteniéndose una temporada más en su condición de primera figura. Roca Rey en su segunda temporada como matador de toros, no ha sido fácil para el: Ha sufrido varios percances (uno de ellos en nuestra feria de San Fermín) pero demuestra ser, uno de los diestro con mayor tirón, es joven, debe madurar, pero se le ve valor y ambición. Miguel Ángel Perera, ha hecho una buena temporada, mostrando quietud y mando en las tardes que se le ha visto torear. A si como, Alejandro Talavante, mostrando sus cualidades sobre todo en la Feria del Pilar y Paco Ureña que va avanzando con valor y mucha honradez.
San Fermín
En nuestra Feria de San Fermín, los llenos en la plaza siguen siendo la nota destacada que nos diferencia de otras ferias taurinas, pero como siempre ha pasado, con un público muy peculiar, donde la falta de criterio a la hora de conceder trofeos es ya preocupante. Los toros descomunales, como siempre en Pamplona. La presentación, hechuras y trapio, fue irreprochable en casi todos los toros que salieron por el portón. Muchos de ellos sin casta brava, aportando muy poco al toreo. Es ahí, cuando menciono mas arriba, el aburrimiento que esto genera al público: El torero no conecta con el público, y a este, le da igual como sea la estocada, lo que quiere es que el toro caiga cuanto antes.
A un así, fue una feria donde hubo mejores toros que toreros. Aparte de triunfos como, Gines Marín, López Simon y Roca rey (hasta que lo cogió) la mayor sorpresa fue como conecto Cayetano Rivera Ordóñez con la plaza y la plaza con él. Este torero ha afrontado con dignidad los retos que se impuso; donde al final en Zaragoza, lo pagó, con un grave percance.
Hubo toros de nota como, (6º) de San Lorenzo, (5º) de Escolar, (4º) de Núñez del Cuvillo. La corrida de Victoriano del Río cinqueña y muy seria dio dos buenos toros: El segundo que apenas fue picado como toda la corrida pero, entro muy fuerte al caballo y lo derribo. Muy encastado en el último tercio, con mucha chispa y vibración en la embestida estando muy por encima del torero López Simón. Y el tercero de nombre “Forajido” de tremenda arboladura que fue el que se llevo el prestigioso premio Carriquiri. Un buen toro haciendo el avión y que no dejo de perseguir la muleta por ambos pitones. Su recorrido y su ritmo, hizo que yo como miembro del jurado del premio que da el Club Taurino de Pamplona al “Mayoral que presenta el toro mas bravo”, lo colocara como favorito junto con los arriba mencionados. Así lo hice saber el día que no reunimos (14 de julio después de la corrida) en un texto que redacté y presenté y donde muy a mi pesar, el premio se dio desierto, alegando que los toros no habían servido en el caballo.
Bilbao y Zaragoza
La Feria de Bilbao se vive con muchos actos y tertulias en hoteles y sociedades, pero cada vez va menos gente a la plaza. Por segundo año consecutivo, la ganadería triunfadora es Torrestrella donde, por cierto, ninguna primera figura la torea. Se nota también en esta plaza, la escasa exigencia del público que por desgracia esta siendo muy habitual en el resto de las plazas.
Otra cosa esta siendo la Feria del Pilar. La recuperación de esta plaza renacida desde que la empresa Simón Casa Production se hizo cargo, se consolida, poniendo en distintos festejos carteles de “No hay Billetes” y en otros rozando el lleno. Ponce, (igual que en Bilbao) junto a Talavante, Cayetano y Gines Marín han sido los triunfadores. Como dato curioso, el jurado que otorga los premios de esta feria advierte de la falta de criterio de la presidencia a la hora de dar los trofeos. Vamos, que es un problema que por desgracia se está generalizando. En el escalafón inferior, hay un novillero que viene pegando y destacando sobre los demás: el venezolano Jesús Enrique Colombo, ha triunfado varias tardes entre ellas aquí en la novillada de Pamplona, una cornada en Valencia le impidió tomar la alternativa en El Pilar. Esperamos que no se venga abajo, pues hay que renovar el escalafón.
Despedidas
Este año 2017 nos han dejado varios toreros: Manolo Cortés, Gregorio Sánchez, Palomo Linares, y Paquito Esplá que sepamos.
Así como, uno de los más importantes ganaderos de reses bravas de los últimos tiempos: Victorino Martín.
Dejo como mención aparte al infortunado Iván Fandiño, el torero vizcaíno de 36 años, que murió en la ciudad francesa de Aire-Sur Adour. Sufrió una cornada mortal, al quitar por chicuelinas al toro de Baltasar Iván, que le correspondía a Juan del Álamo. Con la muerte de Fandiño, el toreo pierde a uno de los grandes.
Cecilio Vierge.