Desde el pasado 29 de julio, Navarra tiene un torero más. No puede haber noticia mejor para la salud de la tauromaquia en nuestro viejo Reyno.
El evento se ha producido en la plaza de Tudela, esa plaza que parecía condenada al patíbulo hace dos años y que gracias a unos heroicos empresarios y a la respuesta de la afición, nos ofrece ahora este fruto.
Ustedes ya lo saben: Paquirri de padrino, Juan Bautista de testigo, tres orejas y puerta grande.
Desde el Club Taurino de Pamplona no sólo deseamos al cirbonero la mayor de las suertes sino el mayor de los triunfos.