El peruano Roca Rey ha sido el máximo triunfador de la temporada taurina 2018, con éxitos rotundos en todas las ferias incluida la nuestra (Feria de San Fermín) que le cortó tres orejas a toros del Cubillo el día 13 de julio.
Este torero tiene la virtud de que le funciona bien la cabeza: su toreo es clásico y sabe recurrir a los efectismos, para encasillar al público.
El Juli, en la temporada de sus veinte aniversarios de alternativa alcanzó uno de sus mayores éxitos en Sevilla al indultar un toro de su ganadería preferida, (Garcigrande) después de haber cortado las orejas a su anterior lote. Mas tarde, su gesto de matar seis toros en Zaragoza fue todo un a tragantón.
Enrique Ponce después de tantos años de alternativa, sigue dando lecciones de buen torero, ha tenido muchas tardes triunfales y ha sido aclamado en numerosas plazas donde le quieren como en nuestra vecinas, San Sebastian y Bilbao. En cualquier caso, y en mi opinión, tanto Ponce como El Juli son dos toreros que están ya súper amortizados y cansan.
Manzanares en un mal año solo ha triunfado en la Feria de Abril de Sevilla a un toro del Cubillo, no ha recuperado el sitio, después de su lesión y el paron de varios meses. Este torero, junto a Perera y Morante, quitan las ganas de ir a ver una corrida de toros por lo desgastados que están, lo poco que aportan y los toros tan inválidos y tan descastados que torean la mayoría de las veces.
Morante de la Puebla, (la mayor estafa que ha dado el espectáculo de los toros en los últimos tiempos), se le fue la temporada sin ni siquiera hacer un solo quite a ninguno de los inválidos toros que ha toreado. Anuncia que va ha ser apoderado en la próxima temporada por la casa Matilla (Antonio), ganadero, empresario y apoderado también de otros toreros. Morante, en su unión con esta poderosa casa taurina Charra, le garantiza continuar a su aire, es decir, estafando al público que paga por ir a verle a la plaza a torear.
A Alejandro Talavante los aficionados seguimos viéndolo a pesar de sus años de alternativa con expectación, con esa mano izquierda prodigiosa que le hace diferente a los de mas. También es verdad que este torero a pesar de sus grandes triunfos en ferias importantes a lo largo de su carrera, no ha conseguido ser el líder de una generación de toreros con los que ha coincidido. Esta temporada ha tenido un mal año: La ruptura con la casa Matilla de su relación de apoderamiento en el mes de junio, le supuso, ser victima de los abusos que controlan el sistema del mundo de los toros, dejando de torear en las ferias más importantes. Si a esto le añadimos que no tubo suerte en su apuesta por el bombo en la Feria de Otoño de Madrid donde, fue la única figura que se apuntó al sorteo de la Ventas por partida doble, ha podido influir en esa decisión final del torero, que nada mas acabar el festejo de Zaragoza, Alejandro Talavante sorprendió al anunciar, vía Twitter, su retirada, “por tiempo indefinido”.
La temporada del torero francés Sebastian Castella ha sido mediocre. Este torero lleva 18 años de alternativa, lo cual no es extraño que domine el oficio pero ha caído en un torero muy mecánico y repetitivo. Le falta en mi opinión, intensidad en las faenas que practica.
Diego Urdiales
El riojano Diego Urdiales ha tenido el valor de quedarse fuera del circuito prácticamente toda la temporada por defender lo que cree que merece. Dijo que no a San Isidro sin tener ni un solo contrato por el hecho de pensar que: “los empresarios tienen que guardar respeto al vestido de torear y respetar el cache que uno se pone”,
Este seco riojano, fue el primero en aceptar la novedad de el bombo de Simón Casas y llegó a Madrid con tan solo tres festejos (Alfaro, su memorable tarde de Bilbao en la corrida de Alcurrucen y su mano a mano con el Juli en Logroño) donde cuajo posiblemente la faena del año: Su clasicismo y pureza le dieron la Puerta Grande de las Ventas.
Sus declaraciones después de este triunfo a los medios fueron patentes: “Estaba convencido de mis condiciones como torero, he intentado defender el sitio que creo que merezco”.
Padilla
Uno de los grandes atractivos que ha tenido la temporada taurina 2018 ha sido la despedida de los ruedos del torero Padilla.
Padilla en su paso por esta profesión ha muerto y resucitado en más de una ocasión. La mas grave fue en la plaza de Zaragoza el día 7 de octubre del 2011 cuando un toro le sacó un ojo con toda la intención de apartarlo definitivamente del toreo pero se sobrepuso a la adversidad como en otras muchas ocasiones en su carrera como matador. Desde entonces, se puso un parche en el ojo perdido y aquí, en Pamplona le llamaron “El Pirata” y con eso se quedo.
Este torero tenía la virtud de que gustara o no gustara caía bien entre los aficionados. Lo que sabía hacer lo hacía bien y con gracia. Todos no pueden ser herederos de la inspiración artística.
Su repertorio era basto y poco ortodoxo: Recibía a los toros de rodillas con garbosas largas cambiadas, veroniqueaba con estilo. Clavaba banderillas con facilidad. Con la muleta empezaba de rodillas, pegado a tablas y seguía muleteando de pie sin empaque pero entregado pundonoroso.
Revelaciones
Dejando a un lado las figuras que ya he comentado, ha habido algunas revelaciones como Álvaro Lorenzo que abrió Puerta Grande en Madrid, Pablo Aguado luciendo buen estilo, Emilio de Justo triunfador en la Feria de Otoño y Octavio Chacón un torero con oficio que ha salido de la nevera y fue uno de los hallazgos del año en Madrid.
Estos toreros tienen que ser los que tiren del carro la próxima temporada y renovar el escalafón que buena falta le hace, juntos con otros como: Pepe Moral, Gines Marín, Román, Escribano, Javier Cortés y López Simón un torero que también ha sido victima de los abusos de la casa Matilla.
Despedidas
A parte de la despedida de los ruedos de Padilla y Talavante que ya hemos comentado, también anuncian su retirada otros como El Cid, este diestro sevillano dirá adiós a los ruedos tras tomar la alternativa en el año 2000 en las Ventas, “Su” plaza, donde cuajo tardes inolvidables.
Juan Bautista también anuncia su decisión de retirarse de los ruedos, poniendo así fin a 19 años de alternativa con hitos importantes como las tres Puertas Grandes de la plaza de las Ventas.
Este torero (Arles Francia) dice que el 2019 solo toreara en la tradicional goyesca de su tierra natal.
Otro que también se despide es Alberto Aguilar, tras su muy digno paso por los ruedos. En su última actuación en la plaza de Illescas (Toledo) salió a hombros.
Para terminar con este balance, hago mención al torero de Lorca Paco Ureña que pierde la visión de un ojo tras su cornada en la plaza de Albacete el día 14 de septiembre. Salvará el ojo pero pierde la visión total del mismo debido a “la rotura ocular del globo”.
Lamentamos este grave percance en un torero en plena proyección, y, no sabemos si seguirá afrontando los retos de esta difícil profesión.
Cecilio Vierge.