El Premio Nacional de Tauromaquia 2015 ha recaído este año en la Escuela de Tauromaquia de Madrid «Marcial Lalanda». El Jurado ha valorado la positiva labor que han venido desempeñando las escuelas de tauromaquia de España que han servido para canalizar las aspiraciones de quienes deseaban ser toreros, y así promover un mayor rigor en su formación taurina y humana.
Entre las diferentes escuelas, la Escuela de Tauromaquia de Madrid es, a juicio del Jurado, merecedora del Premio por ser la más antigua de la época contemporánea, por su propuesta de enseñanza profesional, que ha ido avanzando en sus criterios pedagógicos año tras año, y por el esfuerzo y dedicación de sus profesores, alumnas y alumnos, entre los que han sobresalido importantes figuras del toreo.
El Premio Nacional de Tauromaquia, concedido por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, está destinado a reconocer la labor meritoria de una persona, entidad o institución durante la temporada española de 2015 en el ejercicio de las diferentes actividades y manifestaciones de la Tauromaquia. En casos excepcionales, debidamente motivados, también podrá otorgarse como reconocimiento a una trayectoria profesional. Está dotado con 30.000 euros y su cuantía no podrá dividirse.
Sobre la Escuela de Tauromaquia
La Escuela de Tauromaquia de Madrid «Marcial Lalanda», fue fruto inicialmente de la preocupación de los profesionales taurinos e inició sus actividades en 1976.
Su actual configuración se debe al convenio que impulsaron decididamente en 1981 el que fuera presidente de la Diputación Provincial de Madrid, José María Rodríguez Colorado, y el entonces alcalde de Madrid, Enrique Tierno Galván.
Entre los alumnos destacados de esta escuela figuran nombres como los de José Cubero «Yiyo», José Miguel Arroyo «Joselito», Julián López «El Juli», José Luis Bote, o José Pedro Prados «El Fundi», muchos de los cuales además han seguido vinculados a la Escuela de Tauromaquia de Madrid «Marcial Lalanda».
El torero José Miguel Arroyo «Joselito», actual codirector de la Escuela de Tauromaquia de Madrid, considera que el Premio Nacional de Tauromaquia que le ha sido concedido hoy a esta institución es «el reconocimiento a los cuarenta añosque la Escuela lleva enseñando valores profundos a miles de jóvenes».
La Escuela de Madrid «se merece este premio por su gran labor para seguir sacando toreros y buenos profesionales y por la educación de una ética que a todos los que hemos pasado por ella nos ha servido para nuestras vidas», añade el diestro madrileño a Efe.
Joselito, que ya recibió del Ministerio de Cultura la Medalla de Oro de las Bellas Artes en 2011, hace hincapié en este momento «feliz», no en el mérito de los actuales gestores de la Escuela, como son él y sus compañeros José Luis Bote y El Fundi, «que sólo llevamos año y medio al frente, sino en aquellos locos que la fundaron a mediados de los años setenta».
«Sin duda alguna, el premio se lo merecen los pioneros de todo esto, que fueron Enrique Martín Arranz y los ya fallecidos Manuel Martínez Molinero y José de la Cal. Ellos echaron para adelante con una utopía y se encontraron con la receptividad de un verdadero alcalde de izquierdas como Enrique Tierno Galván, quien les dio todo el apoyo del Ayuntamiento de Madrid», explica José Miguel Arroyo.
(www.elmundo.es)