CLUB TAURINO PAMPLONA
VIAJE ANUAL PUENTE FORAL 2021/27 noviembre – 4 diciembre
JEREZ DE LA FRONTERA
Fotos: Mª Luisa Sala
Texto: Patxi Arrizabalaga
28 noviembre.
Bodegas Fundador ( Antiguas Bodegas Domecq)
29 noviembre.
GANADERÍA SANTIAGO DOMECQ (JEREZ DE LA FRONTERA)
La ganadería de Santiago Domecq fue fundada en 1983 por el actual propietario y ganadero Santiago Domecq Bohórquez. Los toros de esta ganadería pastan en la finca Garcisobaco, situada en término municipal de Jerez de la Frontera en la provincia de Cádiz, en pleno corazón del parque natural de Los Alcornocales. Está inscrita en la Unión de Criadores de Toros de Lidia.
En 1983, Santiago Domecq Bohórquez adquiere la ganadería a los hermanos Núñez, que había pertenecido anteriormente a su bisabuelo, el marqués de Domecq. Les compró un lote entero de 70 vacas, 3 sementales y el hierro actual, con el que forma su ganadería. El hierro es el que diseñó el marqués de Domecq, con la «D» de Domecq coronada por una corona marquesal. Tiene su origen en uno de los lotes en que fue dividida la antigua ganadería de Ramón Gallardo González y que posteriormente heredó su hija Emilia Gallardo Santos, que estableció la ganadería en la localidad gaditana de Los Barrios.
Pedro Domecq y Rivero, marqués de Domecq, adquiere en septiembre de 1949 la ganadería, introduciéndole en un principio reses de José y Juan Belmonte y ,dos años más tarde, de Juan Guardiola. Pedro Domecq vende la ganadería en 1955 a José Villar Vega, el cual la vendió a su vez cuatro años después a los hermanos Núñez, que la venden posteriormente a Pablo y José Luis Martín Berrocal. Los hermanos Núñez la adquieren nuevamente en 1981, vendiéndola en 1983 al actual ganadero con un lote de 70 vacas y 3 sementales, mas el hierro. Posteriormente, Santiago Domecq amplía la ganadería aumentando el número de vacas y de reses de diversa procedencia, con un lote de 50 y 3 sementales de Torrestrella, diversos lotes sucesivos de vacas, 4 sementales durante 3 años de Jandilla y 3 sementales de Juan Pedro Domecq. El encaste del que se compone actualmente la ganadería es el de Juan Pedro Domecq en la línea de Juan Pedro Domecq Díez, con reses procedentes de esa misma ganadería y de Torrestrella.
30 noviembre.
GANADERÍA LA PALMOSILLA (Tarifa)
«Esta ganadería es la nueva. No solo por ser la única variedad respecto al ciclo pasado. También es debutante. Si son de los que se leen la ficha, verán que no tiene antigüedad. Para los no avezados en la materia, y para muchos que sí se lo creen, la antigüedad no se crea. La antigüedad, desde tiempos inmemoriales, la da el llevar tu ganado a lidiar a la Villa y Corte, oseasé, Madrid. Esta ganadería fue creada en 1996, por el afán, y también el poder, de una de las ramas de la familia ganadera más antigua de la historia que aún sigue ejerciendo como tal. Los Núñez. Fue entonces cuando José Núñez Cervera, novena generación ganadera, primo carnal del ganadero que le precede en esta feria (sic, se refería el autor a Núñez del Cuvillo), alto ejecutivo de empresa y hombre de negocios, se tiró al río de la pasión taurina, uno más, y montó ganadería. Aquel año 96, entró en la Unión de Criadores a prueba de segregación de ganado de Núñez del Cuvillo, con quien comparte también sangre en sus reses, y con adición de ganado de Juan Pedro Domecq Solís. Dicho esto, para informarles, la mayoría del personal, más si no me han leído nunca sobre esta casa, piensa que este nuevo sucedáneo, otro más, de lo que abunda y no chuta, es algo que nos mandan las figuras para estar cómodos en la plaza, incluso—rásguense las vestiduras—por toda una Feria del Toro. Yo no voy a entrar ahora en resultadista, ni en lo que pueda ocurrir. Ni siquiera en si es un buen o mal ganadero. Pronto aún para determinarlo. Esto, señoras y señores, es el sueño de un muchacho que estudió Derecho en la Universidad de Navarra, que se integró en la vieja ciudad como si fuera uno más, que se empapó de su cultura y su ser, que es un loco de los Sanfermines y de todos los días del año , hasta del frío, porque encima ama la nieve como pocos, y que tiene la suerte de ser el hijo de Don José, y llevar actualmente las riendas de esta casa, con dos fincas maravillosas, La Palmosilla frente a la antigua laguna de La Janda, entre Véjer y Tarifa, y la otra en la playa, en La China, en el mismo Tarifa. Este es el sueño de Javier, que tiene un lote preparado como pocos este año, y que si miran el cartel sabrán de qué estamos hablando. Mis mejores deseos para ellos».
Esto que ha leído fue escrito por Patxi Arrizabalaga en el libro de ganaderías de Diario de Noticias antes de que debutaran en los Sanfermines de 2019. Antes, siquiera de que llegara ese día, ya existía un compromiso de esta casa con nuestro Club para visitar la finca en el viaje anual oficial del Club. Por fin, tras casi dos años de retraso debido a la pandemia, este día ha llegado, y la visita oficial del Club se cumplirá este día. Comentar que siguen siendo una de las ganaderías que se ganaron el derecho a volver a la Feria del Toro, no en vano se llevaron el Carriquiri al mejor toro de la Feria 2019. Fue concedido a Tinajón, lidiado en cuarto lugar por el diestro José Garrido.
2 de diciembre
Ganadería Salvador Gavira ( Alcalá de los Gazules)
Extracto de un reportaje sobre la ganadería de Salvador Giménez, publicado en Diario de Sevilla.
«(…) El ganadero de lidia no busca algo material. El criador de reses de lidia basa su selección en la búsqueda de un carácter de comportamiento, que complementa con una morfología acorde a un animal de condición rústica y criado extensivamente de modo natural. Así fue y así debe ser.
Hoy, salvo contadas ocasiones, el criador no busca su concepto de toro. El ganadero de hoy selecciona lo que le obligan los mercachifles que manejan la tramoya del toreo, a cambio de un lugar rutilante en la cartelería de las grandes citas de la temporada. Es así como está el toreo. Pintan bastos, pero aún hay gente que piensa que hay que luchar para defender sus ideales, su concepto, y ser fiel a unos principios que les fueron inculcaron por los que le precedieron. No les importa ir contra las tendencias actuales, ni en muchas ocasiones incluso en contra de su propia economía, sin importarles, en estos tiempos, prácticamente arruinarse persiguiendo unos sueños, que en ocasiones se antojan lejanos e irrealizables.
Uno de estos locos divinos es Salvador Gavira. Un hombre que tras una dura y dolorosa ruptura con sus hermanos en la ganadería familiar, ha iniciado un nuevo camino en solitario, persiguiendo así el objetivo que su padre Antonio le marcara hace ya más de dos décadas. Salvador Gavira García ya camina con sus toros. Ese toro tan personal que conserva un linaje único dentro del campo bravo español. Un toro que guarda la sangre de las viejas reses del Raso de Portillo, mejorada o aderezada con puntuales aportaciones de Pablo Romero, el Conde de la Corte y más recientemente Salvador Domecq. Un toro que siempre gozó del predicamento de los toreros, debido a su bravura enclasada y favorable para triunfar. El ganadero cría sus toros en la finca La Isla de Villa Blanquilla, en el término de Alcalá de los Gazules, donde en su día pastaran los toros de Baltasar Ibán, rodeados de agua, y donde la leyenda urbana asegura que habita un fiero caimán. Allí ha ideado unas instalaciones pensando en el bienestar de los toros de su propiedad. Unos toros que poco han cambiado desde la división de la ganadería, pero que Salvador trata de dotar de la acusada personalidad que les ha hecho poner en el camino a numerosos espadas, a los que hoy consideramos figuras del escalafón como Morante de la Puebla, David Mora o el recordado Iván Fandiño.
La nueva ganadería está inscrita en la Asociación de Ganaderías de Lidia y el pial con el se hierran sus pupilos ya no es el viejo de Marzal, sino una «G» cortada. Se presentó en Madrid, obteniendo así antigüedad, el día 12 de octubre de 2017, en una corrida estoqueada por Daniel Luque, que cortó una oreja, el colombiano Sebastián Ritter y Javier Jiménez. Fue el inicio de un nuevo camino y, sobre todo, debido a la pasión del ganadero, la continuación de un sueño iniciado muchos años atrás por quienes antepusieron sus ideales, creyendo que con ellos engrandecían el mundo de los toros, sin importarles para nada las trabas y desengaños que trae una actividad ganadera donde dos y dos nunca suman cuatro (…)».
3 DICIEMBRE
Ganadería Fermín Bohórquez ( Jerez de la Frontera)
Visitamos la finca principal de la ganadería, denominada Fuente Rey, en Jerez de la Frontera. En 1940, Juan Manuel Urquijo formó una ganadería con reses de su esposa, Carmen de Federico, puro Murube, que puso a su nombre de su administrador Luis Vallejo Alba, con la intención de traspasarla a su hija Carmen que era viuda de Tomás Murube. Pero en 1946 la compró el jerezano Fermín Bohórquez Gómez, gran aficionado y casado con Soledad Escribano, que era sobrina de Tomasa Escribano, viuda de Joaquín Murube, iniciadora del encaste.
La ganadería de Fermín Bohórquez tuvo gran éxito en los años cincuenta y sesenta, siendo habitual su inclusión en Madrid y otras plazas de importancia. En los setenta, como en todas las del encaste, comienza la decadencia y sus toros aumentan en detrimento de sus cualidades naturales. En 1974 muere el fundador y le sucede su hijo Fermín Bohórquez Escribano (fallecido en 2016), reconocido rejoneador, que poco a poco orienta la ganadería hacia festejos de rejones en los que es un referente en la actualidad. La dirige actualmente su hijo Fermín Bohórquez Domecq, también reconocido rejoneador.
La ganadería está formada por toros de procedencia Murube-Urquijo. Toros con gran volumen corporal, con cabeza grande, carifoscos, destacando perfil cefálico subconvexo o recto, con hocico chato y ancho. Son anchos y profundos de tórax, bien enmorrillados, la papada alcanza bastante desarrollo, son badanudos y de mucho hueso, con borlón de la cola abundante.
Predominan las encornaduras brochas o en corona, de desarrollo medio, de coloración blanquecina o negruzca. Los ejemplares son generalmente de pinta negra y excepcionalmente pueden darse algunos castaños y tostados. Los accidentales son bastante limitados, fundamentalmente el bragado, meano, listón y, a veces, chorreado.
¡ Ya falta menos…para el siguiente Puente Foral !