Un suceso destacado en este año de 2018 ha sido la reacción popular acontecida en la población de Cizur Mayor. Amén de satisfacer nuestro espíritu taurino, los hechos ameritan un estudio sociológico serio. Como ya saben todos nuestros seguidores, un nuevo referéndum, éste ya con garantías en su escrutinio, logró la mayor participación hasta la fecha en este tipo de convocatorias (1). Sus promotores descerrajaron la trampa de la neurosis antitaurina y lograron la victoria de la Fiesta. La recuperación del festejo taurino popular en esta localidad es más importante de lo que parece. Desde una perspectiva histórica, estos héroes anónimos enlazan con aquellos que salvaron la tauromaquia en otras épocas, cuando el hacha ciega del verdugo de la hipócrita prohibición estaba ya alzada.
Una ovación cerrada para ellos.

Este es un momento idóneo para recordar a los vecinos históricos de la vetusta localidad de la Cuenca de Pamplona. En este año de 2018 que ha terminado nos ha dejado uno de ellos: Juan Fermín Elía Ansa. Gracias a él, su familia guarda en la memoria una memorable anécdota taurina acontecida en la villa: en fecha imprecisa sobre el año 1930, dos toros fugados de un encierrillo de la Feria de San Fermín terminaron su huida en un corral de un recio ganadero de este pueblo (2).

Así amaneció el día de la consulta la dependencia municipal correspondiente de Cizur Mayor. Activistas antitaurinos dañaron e intentaron bloquear la entrada a la misma. No deje de reparar el lector en la «pegatina-firma» de este colectivo. ¡Unos demócratas, sí señor! Foto: navarra.el español.com

1: La participación fue del 22’90% del censo. Para la comparación con otras consultas análogas el lector puede revisar el artículo de esta página web “Si te ha pillau la vaca…”

2. Una versión novelada de este episodio histórico, basada íntegramente en el testimonio oral de Fermín María Elía Ansa, la encuentra el lector en el artículo de esta página web «La alternativa del tio Joaquín”.